El fin de semana, a nivel nacional, juramentaron las Juntas Vecinales de Seguridad Ciudadana. Esta organización de tipo comunitaria tiene más de 20 años de vida contribuyendo en la lucha contra la inseguridad ciudadana en los sectores urbanos marginales de la ciudad. A través de su carácter participativo y comunitario busca canalizar una salida ciudadana contra la violencia, la inseguridad y el abandono del Estado.  

La población peruana históricamente se ha involucrado y ha resuelto sus problemas sociales y vecinales. El ayni, la mita y la minka, son referentes de esta tradición, que en las sociedades prehispánicas y parte del virreynato servían de mecanismos para la movilización de la reciprocidad y solidaridad social. Esta tradición andina aún inspira muchas iniciativas sociales en las zonas periurbanas, donde las poblaciones organizadas de forma comunitaria han resuelto y resuelven sus problemas de agua, luz, vivienda. Al mismo tiempo han institucionalizado redes de apoyo social que mitigan fuertes problemas sociales como son: los comedores populares, comités del Programa de Vaso de Leche, los ronderos campesinos, los comités de autodefensa en los tiempos del terrorismo. Las Juntas Vecinales de Seguridad Vecinal ahora son parte de este capital social de la población.

El trabajo voluntario que realizan estos hombres y mujeres es muy loable y meritorio, podría compararse con las acciones de muchos voluntarios del país que entregan su tiempo hasta su vida como son los bomberos, los ambientalistas entre otros. Promover la formación de las juntas vecinales fue una muy buena estrategia de la Policía Nacional del Perú (PNP) como una acción de acercamiento e involucramiento de las familias y la comunidad para potenciar la lucha contra la delincuencia, y qué requiere un fortalecimiento más estratégico para luchar contra las causas de la inseguridad.

Los alcaldes que son presidentes de los Comités Distritales de Seguridad Ciudadana (Codisec) son los llamados a liderar, reconocer y potenciar esta organización. Si las juntas vecinales realizan ya acciones como rondas y apoyo a la PNP, pueden desarrollar acciones de prevención que permitan cohesionar las familias, los jóvenes y la población. Estas actividades deben permitir ocupar el tiempo de ocio de los adolescentes y jóvenes son quienes generan mayor inseguridad en sus mismos espacios.

Si bien actualmente cuentan con una Ley que brinda amparo legal y normativo, aún falta instrumentarles de estrategias e instrumentos que permitan un accionar más efectivo. De igual forma dicha norma permite que los integrantes de las Juntas Vecinales tengan capacitación y entrenamiento, asesoría jurídica, la cobertura del Seguro Integral de Salud (SIS), pero no es suficiente para que puedan enfrentar con mayores capacidades la inseguridad en sus espacios comunitarios.

También las juntas vecinales tienen que enfrentar grandes retos para consolidarse, uno de esos aspectos es incrementar el número y la calidad de sus miembros especialmente con más jóvenes. Los integrantes más comprometidos parecen ser los adultos mayores.

La participación y la acción vecinal son dos mecanismos estratégicos que requiere ser potenciadas desde las Juntas Vecinales para enfrentar decididamente la inseguridad ciudadana.