El segundo intento de vacancia de PPK se juega el próximo jueves 22. A estas alturas nuevamente el país está dividido entre aquellos que desean que se vaya a su casa y otros que apuestan para que se quede en el puesto. Al parecer las huestes de PPK se están jugando todo por todo. El 60% del país ha expresado mediante las encuesta que exista una transición democrática. Cómo las encuestas no votan hay que esperar la decisión de los congresistas.

En esta oportunidad haremos algunas hipótesis posibles. Si lo vacan a PPK los keikistas demostrarían que tienen más estrategia política y fuerza en el parlamento. También se tumbarían al principal aliado de PPK, el kenjismo. Buscarían estar más cerca del poder, colocar en el ejecutivo algunos ministros para que sus congresistas consigan obras para las poblaciones que representan, así proyectarse para una reelección el 2021 y fortalecer la presencia de Fuerza Popular. Mientras tanto las izquierdas empezarían a preparar banderas para iniciar la campaña política para el 21.

Asumiría el poder Martín Vizcarra, quien llegaría al mando presidencial solo, con fuertes críticas de los últimos congresistas y ministros del oficialismo. Tendría el respaldo total, parcial o desinteresado de los que voten a favor de la vacancia. Sería un presidente sin respaldo político real en las calles, carente de organización para gobernar, sin operadores políticos, sería un nuevo reinicio. Existiría un escenario muy propicio para convocar a un gabinete de ancha base. Sería un Paniagua para estos tiempos con perfil bajo, ofrecimientos necesarios y orientados a conseguir resultados más efectistas.

Nuevamente PPK tendría que escapar del país como lo hizo el año 1969, fugándose por la frontera con Ecuador en la maletera de un Volkswagen. Ahora la edad ya no le ayuda, tal vez se refugiaría en la embajada de los Estados Unidos o saldría de inmediato haciendo uso de su nacionalidad Norteamérica para escapar de todos los procesos judiciales y juicios políticos para disfrutar de los millones de dólares y esperar sus últimos días de su vida en  los EEUU. Para eso ya tiene experiencia.

Si no vacan a PPK, como todo hace parecer, sería el presidente más impopular, mentiroso y corrupto, quedaría validado y sacramentado que es un lobista de alto vuelo. La situación del país seguirá empeorando, la inseguridad ciudadana se incrementará, la economía del país estará estancada; la credibilidad, la confianza y la esperanza perdida. Tendremos un presidente que no gobierna, ni lidera.

Veremos los últimos años gobernando con Kenji, del Castillo, Techito y otros congresistas disidentes de sus bancadas y oportunistas. El poder estaría en las manos de una organización bajo la sombra sólo para repartirse las obras y la plata del estado. Tal vez lo único bueno será que se acelere los procesos judiciales de Keiko Fujimori y llegue muy debilitado para las próximas elecciones.

Hasta hoy, todas las bancadas, excepto la oficialista, han mostrado su interés de vacar al presidente, pero corriendo muchas negociaciones debajo de la mesa. Si pudieron negociar la cabeza de Fujimori en la primera vacancia ahora se podrá negociar cualquier otra cosa, todo es una bicoca. Todo vale, no importa la moral ni la ética. Salvo el poder.